PENSAR LA DANZA

La obra de danza contemporánea del coreógrafo chileno José Vidal, “Ensayo”, se constituye en una puesta en escena que se va articulando por medio de la interacción entre la organización ‘social’ de una multiplicidad de cuerpos y su dimensión movimental, junto a la propuesta sonora, espacialidad y sistema lumínico. Todo lo anterior favorece el que se desdibujen las fronteras habituales entre la escena y el público, proponiendo una experiencia escénica de mayor cercanía ante las intensidades y parajes que subyacen ante la superficie de una geografía Dantesca.

De este modo, Vidal instala una experiencia sensorial de carácter social/ existencial. Donde, por un lado, el grupo de performers a través de la potencia de la colectividad humana y el despliegue corporal sincronizado, el que es situado en un espacio-tiempo determinado, permite la coexistencia y organización de estos cuerpos; cuerpos que han abandonado su condición de sujetos para fusionarse en un solo cuerpo colectivo.

Por otra parte, en lo que respecta al aspecto individual de cada uno de estos sujetos performers y acogiendo la temática del viaje que propone Dante Alighieri en la Divina Comedia, surge la pregunta en torno al recorrido introspectivo que el sujeto deberá realizar ante la búsqueda de sí mismo. Puesto que más temprano que tarde, el sujeto se verá enfrentado ante su propia condición humana, donde deberá atravesar pulsiones oscuras y subterráneas clausuradas por la moral. Proceso que finalmente nos llevaría a una transformación profunda, orientado a la liberación moral, donde la condición de lo humano arraigada en el cuerpo, podría llegar a convertirse en una virtud trascendente.

 

 

Camila Jiménez Toro. Mayo del 2019